Se Investiga cómo la meditación puede beneficiar al cerebro

Se Investiga cómo la meditación puede beneficiar al cerebro

  Los meditadores experimentados parecen ser capaces de modificar áreas del cerebro asociadas con el 'soñar despierto', así como con trastornos psiquiátricos como el autismo y la esquizofrenia, según un estudio de imágenes cerebrales llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Yale, en Estados Unidos. La capacidad de la meditación para ayudar a las personas a concentrarse en el momento ha sido asociada a un aumento en los niveles de la felicidad, explica Judson A. Brewer, profesor de psiquiatría y autor principal del estudio, que ha sido publicado en 'Proceedings of the National Academy of Sciences' (PNAS). "La  meditacion trascendental ha demostrado ser de ayuda en circunstancias como el tabaquismo, lidiar con el cáncer, e incluso la prevención de la psoriasis", afirma Brewer.

   El equipo de Yale realizó resonancias magnéticas funcionales a meditadores experimentados y novatos mientras éstos practicaban tres técnicas de meditación diferentes.

   Los investigadores observaron que los meditadores experimentados mostraban una disminución de la actividad en áreas del cerebro --llamadas red de modo predeterminado-- implicadas en los lapsos de atención y en trastornos como el déficit de atención, la ansiedad, el trastorno de hiperactividad, e incluso la acumulación de placas de beta-amiloide en la enfermedad de Alzheimer.

   La disminución de la actividad en esta zona cerebral, que abarca la corteza cingulada posterior y la prefrontal medial, se observó en los meditadores experimentados, independientemente del tipo de meditación que siguieran.

   El análisis también demostró que cuando la red de modo predeterminado se activaba, las regiones del cerebro asociadas con el auto-monitoreo y el control cognitivo también se activaban en los meditadores experimentados, pero no en los novatos; esto puede indicar que los meditadores están en constante vigilancia, suprimiendo la aparición del "yo" o divagaciones de la mente. En sus formas patológicas, estos estados están asociados con enfermedades como el autismo y la esquizofrenia.

Fuente: Europa Press

Europa Press   
Miércoles, 23 de noviembre de 2011

El Perder peso puede colaborar en mejorar la psoriasis

El Perder peso puede colaborar en mejorar la psoriasis

Seguir una dieta baja en calorías no sólo ayudará a reducir algunos kilos, también mejorará los síntomas de la psoriasis en aquellos pacientes que tienen sobrepeso. Así lo revela un estudio que se acaba de publicar en las páginas de la revista 'JAMA'.

Varias investigaciones han apuntado ya que esta enfermedad crónica de la piel está asociada con la obesidad y, por otro lado, que el incremento de adiposidad (acumulación de tejido graso en determinadas zonas del cuerpo) y de peso son factores de riesgo en la incidencia de la psoriasis, que se calcula que afecta a un 2% de la población.

Ambas condiciones, explican los autores de la investigación en su artículo, "comparten un proceso de inflamación sistémica y, teóricamente, la obesidad induce mecanismos proinflamatorios que podrían agravar las lesiones de psoriasis en pacientes con sobrepeso que ya tengan esta alteración dermatológica". Sin embargo, no está muy claro y tampoco hay evidencia científica sobre el rol de la pérdida de peso como parte del tratamiento de la psoriasis en afectados obesos. Sólo hay datos de algunos casos de pacientes con sobrepeso y psoriasis que, tras someterse a cirugía para reducir kilos, además de notarlo en la balanza, también lo notaron en la piel.

Sí se ha demostrado el efecto adelgazante en la disminución de patologías cardiovasculares asociadas a la psoriasis, también en factores de riesgo como la diabetes y la hipertensión, pero, como subraya Peter Jensen, líder del actual estudio, realizado en el Hospital Universitario Gentofte (Dinamarca), "todavía no hay muchos resultados sobre la mejoría de los síntomas de la propia enfermedad". Las personas con esta condición dermatológica tienen manchas rojas y descamaciones que les producen inflamación, picor y enrojecimiento.

Con el objetivo de evaluar hasta qué punto la reducción de peso puede influir en la psoriasis, Jensen y su equipo han realizado un estudio prospectivo, el primero, con 60 pacientes con psoriasis y sobrepeso. Les dividieron en dos grupos para que algunos se sometieran a una dieta baja en calorías (entre 800 y 1.000 kcal al día) y el resto siguiera una alimentación normal (grupo control).

Después de 16 semanas, los participantes 'intervenidos' perdieron de media 15,8 kg. en comparación con los 0,4 kg. que bajaron los miembros del grupo control. "Una diferencia estadísticamente significativa", remarca Jensen, quien también destaca la mejoría de los síntomas de la psoriasis. Para valorarlos, los investigadores se sirvieron de dos escalas muy utilizadas en las consultas de dermatología para 'medir' los síntomas de los pacientes (el índice PASI pondera el enrojecimiento, la sobreelevación y la descamación de las placas) y su estado emocional y calidad de vida (a través del índice DLQI). Ambas escalas demostraron una clara mejoría entre los participantes del grupo intervenido. Pero además, resaltan los autores en el artículo, la reducción de peso también aminora notablemente los niveles de glucosa en sangre.

Aunque el estudio tiene algunas limitaciones (poca muestra de pacientes o un seguimiento corto del experimento) y, por lo tanto, conviene estudiar más esta relación, asumen los investigadores, "nuestros resultados aportan un nuevo incentivo para que los pacientes con psoriasis y sobrepeso se animen a adelgazar". Disminuirá, a su vez, el riesgo de mortalidad y morbilidad cardiovascular. El estudio, en definitiva, sugiere "la importancia de perder peso como parte de del tratamiento para la psoriasis de los pacientes con unos kilos de más".

En un editorial que acompaña al estudio del 'JAMA', Michael Shelling asegura que es importante entender las implicaciones terapéuticas de la pérdida de peso para manejar adecuadamente los medicamentos sistémicos potencialmente peligrosos, tales como la ciclosporina, que pueden aumentar el nivel de toxicidad".

Fuente: El Mundo.es

ElMundo.es   
Sábado, 01 de junio de 2013

Obesidad   Adelgazamiento

Puede atenuarse o prevenirse la perdida de Audición


Millones de personas padecen  perdida de audición que puede atenuarse o prevenirse

Más de 360 millones de personas padecen pérdida de audición discapacitante, según las nuevas estimaciones mundiales de su prevalencia publicadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) con motivo del Día Internacional de la Audición (3 de marzo).
Una de cada tres personas mayores de 65 años afectada

A medida que la población mundial envejece, son cada vez más las personas que padecen pérdida de audición. Una de cada tres personas mayores de 65 años (165 millones de personas en todo el mundo) tienen pérdida de audición. Si bien la pérdida de audición relacionada con el envejecimiento puede paliarse con audífonos, no se fabrican los suficientes como para cubrir las necesidades.

«La producción actual de audífonos satisface menos del 10% de las necesidades mundiales. En los países en desarrollo, la proporción de personas que llevan audífono es de menos de una por cada 40 que lo necesitan», señala la Dra. Shelly Chadha, del Departamento de Prevención de la Ceguera y de la Sordera de la OMS. «La OMS está considerando la transferencia de tecnología como medio para fomentar el acceso a los audífonos en los países en desarrollo.»
Infecciones del oído y enfermedades infecciosas

Otros 32 millones de afectados por pérdida de audición son niños menores de 15 años. La principal causa de dicha discapacidad son las infecciones del oído, especialmente en los países de ingresos bajos y medianos. Según la revisión más reciente de los estudios disponibles hecha por la OMS, la mayor prevalencia de pérdida de audición discapacitante se observa en Asia Meridional, Asia-Pacífico y África Subsahariana.

Algunas enfermedades infecciosas como la rubéola, la meningitis, el sarampión o la parotiditis pueden originar pérdida de audición. La mayoría de ellas pueden prevenirse mediante vacunación. Entre otras causas comunes cabe señalar la exposición al ruido excesivo, los traumatismos craneoencefálicos o del oído, el envejecimiento, causas genéticas, problemas durante el embarazo o en el momento del parto (como la infección por citomegalovirus o la sífilis) así como la utilización de medicamentos que pueden dañar al oído.

La mitad de los casos pueden prevenirse

«Aproximadamente la mitad de los casos de pérdida de audición pueden prevenirse fácilmente, y muchos pueden tratarse si se detectan precozmente y se efectúan las intervenciones adecuadas, como la colocación de implantes auditivos. Además, las personas con pérdida de audición pueden recibir capacitación en el lenguaje de signos y apoyo social.»

La OMS alienta a los países a que creen programas de prevención de la pérdida de audición en sus sistemas de atención primaria de salud que incluyan el diagnóstico y tratamiento precoces de la pérdida de audición en los lactantes.

Fuente: OMS
Organización Mundial de la Salud
6 de marzo de 2013
Tipos de Sordera

Dieta para el dolor de cabeza, alimentos especificos para la migraña


Dieta para el dolor de cabeza

El dolor de cabeza no está relacionado con alimentos específicos, pero las  migraña sí pueden desencadenarse ante sustancias determinadas.

¿Existe alguna relación entre los alimentos que consumimos y el dolor de cabeza?
¿Qué papel desempeña la dieta en las migrañas y las jaquecas?
¿Es posible que un cambio de hábitos en la mesa reduzca su aparición, su intensidad o su frecuencia?
Muchas personas -en especial, las que sufren estos dolores con asiduidad- se hacen estas preguntas. Si bien el dolor de cabeza no está relacionado con alimentos específicos, las migrañas sí pueden desencadenarse ante determinadas sustancias. Por tanto, quienes padecen estos dolores -muy intensos, recurrentes e incapacitantes- pueden sentirse mejor si introducen cambios en su estilo de vida, incluida la dieta. A continuación se explica cuáles son estas sustancias, qué alimentos las contienen y cuáles no deberían faltar en la mesa.

Algunos de los alimentos que pueden desencadenar una  migrañas:

Algunas sustancias presentes en la comida provocan una reacción inmunológica con un consecuente aumento de Inmunoglobulina E y, por tanto, de aminas. Las aminas, a su vez, pueden generar inflamación y desencadenar el dolor de cabeza. En algunos casos, esto sucede aunque no se tenga alergia a las aminas o a los compuestos fenólicos, ya que estas sustancias son vasodilatadoras o inflamatorias del sistema circulatorio cerebral.

Los alimentos que las contienen son bastantes, tal como se puede ver en la lista que sigue. Sin embargo, eso no significa que deban evitarse todos. Suprimir alimentos de manera indiscriminada no solo hará que las comidas sean monótonas y disminuya la calidad de la dieta, también repercutirá en el plano nutricional, empobreciéndolo. Lo recomendable, ya que la migraña es una dolencia de larga duración, es tomarse el trabajo de identificar qué alimentos la desencadenan para evitar solo esos y no todos los demás. Una buena herramienta para cumplir este propósito es escribir un 'diario alimentario' que ayude a descubrir si existe una relación directa entre el consumo de alguno de ellos y el desarrollo de las jaquecas. En caso de que un alimento se asocie de manera directa, se deberán realizar "dietas de exclusión".

Los alimentos a observar son los siguientes:

Ricos en aminas: aguacate, bebidas alcohólicas en general, berenjenas, ciruelas rojas, conservas de pescado, chocolate, embutidos (bacon, chorizo, fuet, lomo embuchado, salami, salchichón, salchichas, sobrasada), espinacas, fresas, frutas cítricas, frutos secos, hígado, higos, leche y yogures, levadura y productos fermentados con ella (como panes o bizcochos caseros), mantequilla, marisco, pasas, pescados y carnes ahumados o desecados, plátano, quesos curados y quesos para untar (azul, brie, cabrales, camembert, cheddar, emmental, gouda, gruyere, manchego, parmesano, roquefort, stilson, etc.), refrescos estimulantes, alimentos fermentados, preservados en vinagre o marinados, tomate y vinagres.

Ricos en compuestos fenólicos: café, chocolate, té.

Ricos en sal: alimentos deshidratados (tipo sopas para reconstituir), conservas de pescado, embutidos, legumbres enlatadas, pescados en salazón o ahumados, snacks.

Ciertos aditivos: aspartamo, enzoato, colorantes (amarillo E-102 y E-110, amarante E-123 y rojo E-124), glutamato monosódico, nitritos, sulfitos.

De todos ellos, los que más se relacionan con las migrañas son los siguientes:

Los aditivos, por su importante capacidad inflamatoria. Conviene recordar que son muy utilizados en alimentos manufacturados de consumo habitual, como refrescos, zumos, chicles y golosinas, helados, yogures, mermelada, salsas, embutidos, vino, cerveza, sopas instantáneas, etc. Por tanto, una alimentación basada en los alimentos frescos y naturales será siempre la mejor opción.

Los colorantes E-102, E-110, E-123 y E-124 (amarillo, naranja y rojo), así como aspartamo, benzoato, glutamato monosódico, nitritos y sulfitos.

Las bebidas excitantes (café, té, chocolate) y el alcohol, por contener sustancias que producen cambios rápidos en el sistema circulatorio.

Los alimentos alergénicos por naturaleza, como la leche, el pescado, los mariscos o el huevo.
Por el contrario, cuando se padece de migraña hay alimentos que no deberían faltar. Estos son:

Las grasas omega-3 y omega-6, que ayudarán a regular los procesos inflamatorios. Es preciso encontrar un equilibrio entre ellas, que se encuentran en los aceites de semillas, los frutos secos y el pescado azul.

Los alimentos ricos en vitamina C y vitamina B2, como los cítricos y los cereales, de manera respectiva.

Las migrañas, muchas veces, se acompañan de vómitos y diarreas. Por ello, además de vigilar la influencia de ciertos alimentos, es preciso prestar atención a la hidratación. Beber agua impedirá que empeore el estado general del paciente. Asimismo, desde el punto de vista dietético, es esencial no hacer nunca un ayuno prolongado -en concreto, no estar más de tres horas sin comer- e intentar mantener un nivel estable de azúcar en la sangre: sin picos ni bajones.


Las migrañas y el estilo de vida

La meditación trascendental reduce casi a la mitad los eventos cardíacos.

Los pacientes con enfermedades cardíacas que practican meditación trascendental para reducir el estrés tienen una tasa de muertes, ataques al corazón e ictus un 50 por ciento menor que la de aquellos que no meditaban, pero siguieron programas educativos en salud.

Así lo señala un estudio realizado por investigadores del Medical College de Wisconsin, en Estados Unidos, en colaboración con el Instituto de Medicina Natural y Prevención de la Maharishi University of Management (MUM). Sus resultados se publica este lunes en la edición 'on line' de 'Archives of Internal Medicine'.

Este ensayo clínico, que se desarrolló durante nueve años, siguió la evolución de un total de 201 pacientes afroamericanos, con una edad media de 59 años de edad y cuyas arterias se habían estrechado.

Estos participantes fueron divididos en dos grupos: uno que practicó técnicas de meditación trascendental y otro que recibió clases de educación en salud sobre los factores de riesgo tradicionales para sufrir eventos cardíacos, como dieta o ejercicio.

Según el director del Instituto de Medicina Natural y prevención de la MUM, Robert Schneider, estos resultados son los efectos más fuertes documentados que se producen por una intervención cuerpo-mente en relación con las patologías cardiovasculares.

"El efecto ha resultado ser tan grande o mayor que el de los tratamientos farmacológicos para enfermedades cardiovasculares. Sin embargo, estos pacientes continúan aún tomando tratamientos estándar, pese a que este efecto le supera", apunta Schneider.

Para Combatir el Colesterol tenemos algunos alimentos que pueden ayudarnos

ALIMENTOS CASI MÁGICOS

Hay nuevas formas de controlar el colesterol y están al alcance de tu mano.  Mencionamos algunos de los alimentos básicos que nos pueden ayudar a combatir el colesterol.

La ciencia ha comprobado que ciertos alimentos lo combaten naturalmente, y ellos serán tus nuevos aliados para mantenerlo a raya, explica la Asociación Americana del Corazón.

Avena
La avena es rica en fibra soluble y ayuda a reducir el nivel de colesterol 'malo' (LDL) en la sangre, explica la Clínica Mayo. La AHA recomienda optar por la avena natural y evitar las versiones que
ya vienen azucaradas o con otros ingredientes.

Dos tipos de colesterol
El colesterol es una sustancia grasa natural en nuestro cuerpo y es indispensable para las funciones vitales, explica la AHA. Proviene de dos fuentes: el 75 % es producido por el organismo y el otro 25 % proviene de lo que comemos (productos de origen animal). Hay uno bueno para el organismo, y otro malo...

Pescados grasos
Los pescados como el salmón, contienen ácidos grasos Omega 3, que ayudan a reducir el nivel de triglicéridos (una grasa mala de la sangre) hasta en un 30% y los niveles de colesterol LDL en un 10%, según un estudio publicado en el Journal of the American College of Cardiology

Nueces
Las almendras, avellanas, maní, nueces, piñones y pistachos son ricos en proteína, fibra, antioxidantes y grasas saludables que ayudan a reducir los niveles de colesterol, explica Suzanne Farrell, vocera de la Asociación Americana de Dietética.
Los expertos afirman que cinco puñados de nueces a la semana pueden tener un gran beneficio para la salud. "Puedes añadirlas a la ensalada, a un vaso de yogur, comerlas con fruta o solas como 'snack.' La mejor manera de consumirlas es al natural: sin sal, condimentos y sobre todo, sin chocolate o caramelo", explica la Asociación America de Nutricionistas.

El colesterol malo: LDL se conoce como lipoproteína de baja densidad (LDL). Puede acumularse en las arterias y obstruir el flujo de la sangre. A esta condición se le llama arteriosclerosis, y es un factor de riesgo de ataque cerebral, infarto y enfermedad coronaria, según explica la AHA
El bueno, HDL

El colesterol "bueno" se conoce como lipoproteína de alta densidad (HDL). Tiene como función transportar el colesterol del cuerpo hacia el hígado, que se encarga de deshacerse del exceso. Este proceso impide que se acumule el colesterol en las arterias y protege contra las enfermedades cardíacas.

Nuez de Macadamia
Aunque el exceso podría engrosar la cintura, comer 1.5 onzas (42.5 gramos) cinco veces a la semana,
ayudaría a reducir los niveles de colesterol LDL y triglicéridos casi en un 25%, explica la Dra. Penny Kris-Etherton, profesora de ciencias nutricionales de la Universidad de Pennsylvania.

Soja y sus derivados
Los alimentos de soya (brotes, tofu, leche y carne de soya) son importantes en la dieta, pues la proteína que contienen ayuda a combatir los niveles altos de colesterol, explica la AHA. A diferencia de la proteína animal, la soya está casi libre de grasas saturadas, y es rica en antioxidantes, agrega un estudio del British Journal of Nutrition.

Proteína que nos hacen bien
Aparte de reducir el colesterol, la soja reduciría la presión sanguínea y promovería la elasticidad de los vasos sanguíneos, por lo que también tiene grandes beneficios para la salud del corazón, explica un estudio del Journal of Nutrition. La AHA recomienda un consumo de 25 gramos diarios de proteína de soja.

Trigo integral y granos enteros
Los alimentos hechos con granos integrales (como pan y cereal) ayudan a reducir sustancialmente los niveles de colestero LDL y triglicéridos. La AHA sugiere el salvado de trigo y avena, arroz entero y cebada.

Alubias, Porotos, Frijoles y mas según el país.
Los frijoles son ricos en fibra soluble, muy eficaz para combatir el colesterol, y producen saciedad, por lo que terminas comiendo menos. Basta media taza al día para obtener todos sus beneficios, explica Philip Reeves, del Servicio de Investigación en Agricultura (ARS, por sus siglas en inglés).

Linaza (Semillas de Lino)
Consumir 150 miligramos de linaza al día ayudaría a reducir alrededor de un 10% del nivel de colesterol, según la Universidad Estatal de Iowa. Se recomienda añadir las semillitas a las ensaladas y al yogur o agregar un poco de polvo de linaza a los batidos de fruta.
10. Brócoli

El brócoli, especialmente si se acompaña con otros vegetales como col o espinaca, ayuda a reducir los niveles de colesterol y triglicéridos, de acuerdo a dos estudios del Functional Food and Health. También protege tu corazón haciéndolo más resistente a infartos y mejorando su funcionamiento, según un estudio de la Universidad de Connecticut.

Los Huevo resultan no ser tan malos...
Los huevos tienen menos colesterol de lo que se pensaba: un huevo, promedio, tendría 185 mg, según un estudio reciente del ARS. "No hemos visto efectos dañinos derivados del consumo de huevo, incluso en pacientes con colesterol alto", afirmó el Dr. David Katz, director del Centro de Investigación en Prevención de la Universidad de Yale. Además es buena fuente vitamina D.

En Internet abundan los sitios que promueven los trastornos alimentarios

En la web hay sitios que ofrecen consejos para purgas exitosas o ayunos exclusivos de agua y otros que mencionan métodos para ocultar la pérdida rápida de peso a los padres y los médicos.

Como si la proliferación de estos sitios web que promueven la anorexia y la bulimia no fuera suficientemente mala, ahora tienen que enfrentarse con actualizaciones en Twitter.

Los responsables de blogs "pro-ana" (pro anorexia), "pro-mia" (probulimia) y de "thinspiration" (inspiración para la delgadez) envían mensajes diarios directamente a los teléfonos móviles de los interesados.

"Llegan a jóvenes muy vulnerables", comentó Dina Borzekowski, profesora asociada de la Facultad de salud pública Bloomberg de la Johns Hopkins. "Cuando la Internet se usa a cualquier hora de la noche, los niños tienen un acceso fácil a ella. Es anónimo. Pueden obtener respaldo e información para lo que están haciendo".

Para el nuevo estudio, Borzekowski y sus colegas llevaron a cabo una revisión sistemática de 180 sitios que promueven los trastornos alimentarios. Lo que encontraron fue sorprendente y aterrador.

Alrededor del 91 por ciento de los sitios estaban abiertos al público (aunque muchos advertían que no querían "aficionados"), y alrededor del 79 por ciento tenía características interactivas, como calculadoras de calorías y de índice de masa corporal (IMC).

Alrededor de 16 por ciento ofrecía un "credo" o un "juramento a Ana", como los "Mandamientos de la delgadez", o las diez reglas de los trastornos alimentarios, como: "No comerás sin sentirte culpable", "No comerás algo que engorde sin castigarte después", y "Lo más importante es lo que diga la báscula".

Alrededor del 42 por ciento proporcionaba un lugar para publicar arte y poesía, algunas muy perturbadoras:

"Algunos nos ven y creen que estamos locos
que poco saben en realidad
pasan a nuestro lado y nos miran
como si esto fuera una exhibición de enfermos
¿es que no ven?
los que estamos equivocados no somos nosotros
ellos matan sus cuerpos con aceites y grasas,
pero nosotros no ponemos nada en los nuestros".

La "inspiración a la delgadez", como fotos o videos de modelos y actrices muy delgadas, se encontraba en 85 por ciento de los sitios. Y casi 43 por ciento daba indicaciones específicas sobre cómo ocultar lostrastornos alimentarios, según el estudio.

Se sabe que los pacientes de trastornos alimentarios hacen un gran esfuerzo por ocultar su delgadez, explicó el Dr. Ira Sacker, especialista en trastornos alimentarios, lo que incluye beber mucha agua antes de pesarse y esconder pesas en la ropa.

Alrededor de un tercio de los sitios incluía información sobre la recuperación o el tratamiento, aunque apenas trece por ciento de ellos contenía una declaración explícita de que los trastornos alimentarios son un problema.

"Algunas personas que crean estos mensajes apoyan lo que hacen, mientras que otra fracción se da cuenta de que es problemático y de que están sufriendo", apuntó Borzekowski. "Hay mensajes mezclados".

El estudio aparece en la edición del 17 de junio de la revista American Journal of Public Health.

Investigaciones anteriores sugieren que los adolescentes expuestos a sitios web que promueven los trastornos alimentarios tienen mayores niveles de insatisfacción corporal que los adolescentes que no han sido expuestos. Otros estudios encontraron que los adolescentes que pasaban tiempo en estos sitios tienden a tener trastornos que son más difíciles de tratar, según la información de respaldo del estudio.

Sacker ha estado tratando a pacientes de trastornos alimentarios durante casi 40 años. Puede recordar la inquietud que sintió cuando comenzó a ver sitios que promovían los trastornos alimentarios a principios de los 90.

"Son realmente perturbadores", señaló Sacker. "Las personas en estos sitios desean usar el trastorno alimentario como su identidad, y quieren comunicarse con otros como ellos. Eso les hace creer que es seguro, que cuentan con una comunidad, lo que refuerza que lo que hacen está bien. Es casi como un grupo de animadoras".

En 2001, los motores de búsqueda de Yahoo y MSN aceptaron desactivar los sitios que promovían los trastornos alimentarios de manera muy obvia, según la información de respaldo del artículo.

Sacker lamentó que no hizo gran diferencia. Con el tiempo, las ofertas en línea para los que sufren de trastornos alimentarios se han vuelto más sofisticadas. El texto y las fotos de modelos esqueléticas se han convertido en videos, grabaciones, blogs y grupos de Facebook.

"Los padres deben tener esto en cuenta e imponer límites a lo que hacen sus hijos en Facebook o en estos sitios", aconsejó Sacker. "Aunque algunos sitios hablan de recuperación, la mayoría puede empeorar o prolongar la enfermedad".

Cuidado con la Sal...

El 90 por ciento de los estadounidenses consume más sal de lo que debe, según un informe reciente del gobierno.

La sal es tan ubicua en los alimentos que, para la mayoría de personas es difícil consumir menos. Un exceso de sal puede aumentar la presión arterial, uno de los factores de riesgo de la enfermedad cardiaca y accidente cerebrovascular

"Nueve de cada diez estadounidenses consumen más sal de lo recomendado", apuntó la coautora del informe, la Dra. Elena V. Kuklina, epidemióloga de la División de Prevención de la Enfermedad Cardiaca y el Accidente Cerebrovascular de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de los EE. UU.

Kuklina señaló que la mayor parte de la sal que los estadounidenses consumen proviene de alimentos procesados y no del salero de la mesa. Se puede controlar la sal del salero, pero no el sodio añadido a los alimentos procesados, advirtió.

"Los alimentos que más comemos, los granos y las carnes, contienen la mayor cantidad de sodio", señaló Kuklina. Añadió que dichos alimentos quizás ni tengan sabor salado.

Los granos incluyen alimentos muy procesados ricos en sodio, como comidas congeladas, sopas y panes basados en granos. La cantidad de sal de las carnes fue superior a lo esperado, pues la categoría incluía embutidos, según el informe de los CDC.

Debido a que la sal es tan ubicua, es casi imposible para los individuos controlarla, lamentó Kuklina. Realmente conllevaría un gran esfuerzo de salud pública para lograr que los fabricantes y restaurantes reduzcan la cantidad de sal utilizada en la comida que producen, aseguró.

Se trata de un problema de salud pública que llevará años resolver, dijo Kuklina. "No sucederá mañana", enfatizó.

"El suministro alimentario estadounidense es, en resumen, salado", concurrió el Dr. David Katz, director del Centro de Investigación de la Prevención de la Facultad de medicina de la Universidad de Yale. "Alrededor del 80 por ciento del sodio que consumimos no proviene de nuestros saleros, sino del que añade el sector alimentario. El resultado de esto es un consumo diario de sodio promedio excesivo medido en cientos y cientos de miligramos, y un exceso de muertes anuales por enfermedad cardiaca y accidente cerebrovascular que supera las 100,000".

"Según indica un informe reciente del IOM [Instituto de Medicina], la mejor solución para este problema es reducir los niveles de sodio en los alimentos procesados", añadió Katz. "El gusto se adapta muy rápido. Si los niveles de sodio bajan poco a poco, simplemente aprenderemos a preferir comida menos salada. Ese proceso, en la dirección opuesta, ha contribuido a nuestro problema actual. Podemos revertir la preferencia actual por la sal en exceso".

El informe aparece en la edición del 25 de junio de la revista Morbidity and Mortality Weekly Report de los CDC.

En alrededor del 70 por ciento de los adultos, la ingesta de sal debería limitarse a 1,500 miligramos (mg) al día, pero apenas el cinco por ciento de dichos adultos cumplen con ese nivel, según el informe.

Para los demás, la cantidad recomendada de ingesta diaria de sal es de menos de 2,300 mg al día, según el informe.

Reducir la ingesta de sal no es importante solo para las personas con hipertensión, señaló Kuklina. Es bueno para todos, "aunque no tengan hipertensión", aseguró.

Kuklina dijo que las personas pueden hacer algunas cosas para reducir su ingesta de sal. Se pueden comer menos alimentos procesados, y enfocarse en alimentos frescos y congelados. También se pueden leer las etiquetas de los productos para ver cuánta sal contienen, y optar por comida baja en sodio, aconsejó.

Kuklina también aconseja lavar las verduras y habichuelas enlatadas en agua para eliminar la sal.

Los datos del informe se recolectaron de 3,922 individuos que participaron en la Encuesta nacional de examen de la salud y la nutrición de 2005 y 2006.

Samantha Heller, dietista, nutricionista y fisióloga del ejercicio, comento que "casi el 80 por ciento de nuestra ingesta de sodio proviene de comidas procesadas, de restaurantes, congeladas y preparadas".

La investigación sugiere que reducir la ingesta de sodio a 2,300 mg por día para las personas sanas, y a 1,500 mg por día para las personas que sufren de presión arterial alta, que son de mediana edad, mayores o negras, resultaría en beneficios de salud sustanciales, señaló Heller.

"Las compañías de comida han indicado que reducirán el sodio en algunos de sus productos, pero pasará tiempo antes de que suceda, y sólo algunos productos tendrán menos sodio. La verdad es que reducir nuestra ingesta a entre 1,500 y 2,300 miligramos por día es algo difícil de lograr, y poco realista para la mayoría de personas", apuntó.

Lo mejor para los consumidores sería cocinar más en casa. Ahorra dinero, y ayuda a reducir la ingesta de sodio, grasas saturadas, grasas "trans", carbohidratos refinados y calorías excesivas en la dieta, aseguró Heller.

"Cualquier reducción en el sodio de la dieta es un paso en la dirección correcta", añadió. "Podemos ayudarnos al aumentar nuestra conciencia de dónde se oculta el sodio en la comida, leer las etiquetas de los alimentos (observe los miligramos de sodio por porción e ignore el porcentaje), revisar el sodio en la comida servida en los restaurantes que frecuentamos cuando esté disponible, y encargarnos de nuestra salud y de lo que comemos cocinando más en casa".


Artículo por HealthDay, traducido por DrTango